Faraway So Close
Alex Llovet
Autopublicado
Año
2016
País
España
Ciudad
Barcelona
Editor
Alex Llovet
Silvia Omedes
Diseñador
Inés Casals
Número de páginas
64
Notas
ENVÍO GRATUITO A ESPAÑA (oferta especial Fiebrephotobook)
ENG
Rustic bound with viewed threads, capped and protected with dyed black cold glue. Cut edges stained with black aniline.
There is a limited COLLECTORS EDITION of 3 copies that includes:
- the book FARAWAY SO CLOSE
- 3 original signed prints (16x24 cm / Printed on Hahnemühle paper)
- all in an exclusive box
Price: 490€
ESP
Encuadernado rústico con hilos vistos, rematados y protegidos con cola fría teñida de negro. Cantos vistos teñidos con anilina negra.
Existe una EDICIÓN COLECCIONISTA limitada a 3 ejemplares que incluye:
- el libro FARAWAY SO CLOSE
- tres fotografías originales firmadas (16x24cm / impresión Giclée en papel Hahnemühle)
- todo ello en una caja exclusiva
Precio: 490€
ENG This is the diary of a journey. In 2009 I became a father. Overnight, and with no idea of what was in store, I saw my wife give birth to our first daughter. A deep love towards that tiny person slowly inundated my life. But the stronger the light, the darker are the shadows, and becoming a father sent me back to dark episodes of my own childhood. You cannot be a father without the memory of being a son, so five years later, I aim to fuse these two roles through photography in the search for my own identity: I go into the woods, sometimes alone, sometimes with my daughter, because that is where my memories lie, and where realities resonate as distant in time and space as they are near emotionally. And this exercise inevitably describes the limits between reality and fiction (like my pictures, some of them “found” and some “staged”), because the passing of time pushes the truth into forgetfulness and maximizes the imagination. ESP Este es el diario de un viaje. En septiembre de 2009 me convierto en padre. De la noche a la mañana, y sin tener ni idea de lo que ello iba a significar, veo como mi mujer trae al mundo a nuestra primera hija. Un amor profundo hacia aquel pequeño ser inunda poco a poco mi vida. Pero cuanto más intensa es la luz, más oscuras son las sombras que ésta proyecta, y la paternidad me devuelve con fuerza a episodios oscuros de mi propia infancia. Y es que no se puede ser padre sin volver a ser hijo, por lo que cinco años más tarde, trato de cohesionar estos dos roles a través de la fotografía, en busca de mi propia identidad: me adentro en el bosque, a veces solo, a veces con mi hija, porque es allí donde vibran mis recuerdos, y donde resuenan realidades tan lejanas en el tiempo y en el espacio, como cercanas emocionalmente. Y este ejercicio transcurre inevitablemente en la frontera entre la realidad y la ficción (igual que mis imágenes, algunas “encontradas” y otras “escenificadas”), porque la memoria es tan caprichosa como escurridiza y el paso de los años empuja las verdades hacia el olvido y potencia la imaginación.