La espera

Iban a ser pocos días, la operación, después la rehabilitación y a casa. Pero algo está mal, van pasando los días, las semanas… Se me hace raro estar aquí, no estoy acostumbrada a cuidar de ti, no sé que hacer. Leo un libro, te cojo de la mano, veo la televisión, te hablo, te cambian de postura, te duermes, nada. Y mañana lo mismo, la misma comida, la visita del médico, voy por un café, te miro, te hablo, nada. No te gusta estar sentado, te decimos que es mejor así para que te recuperes, para que te puedas levantar, para que puedas volver a casa. Me miras, tu mirada me inquieta, no me gusta, estás enfadado.

Hoy te he puesto música, parece que tu mirada viaja a otro lugar, quizá estés recordando algo ¿la reconoces? ¿te gusta? Me contestas que sí, ¿quién es? Insisto, Escobarete me contestas, yo sonrío. Mañana no, mañana no te gusta, te molesta, me dices: quita eso, lo quito, algo ha cambiado. Nos vamos a ir a casa, ha dicho el médico que estás mejor, pero no me oyes. Hoy es mi cumpleaños, espero que te recuperes pero creo que ya no me conoces, no quieres abrir los ojos.