Las Simples Cosas
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Las Simples Cosas

Selfpublished

Year

2020

Country

Spain

City

Bilbao

Publisher

Laia Sabaté

Designer

Ntity

Printer

Kadmos

ISBN

978-84-09-21991-9

Number of pages

64

A Chavela Vargas le preguntaron varias veces qué canción cantaría por última vez si tuviese que escoger una.
Ella cantaba Las simples cosas con el alma quebrada. Chavela, como la canción, luchaba por arrebatarle
tiempo al tiempo. La letra nos avisa: no nos demoremos demasiado en nuestro pasado, demorémonos en el
ahora, donde encontraremos el pan al sol y la mesa tendida. Un gesto bien antiguo, una mano que acaricia o
que alimenta.
La última vez que fui de viaje llevé la cámara con un carrete a medio empezar. Lo acabé allí con unas fotos a
una camisa sobre una silla, una caja de pastillas de mi suegra con los días de la semana apuntados, otra a un
plato con queso y otra de las manos de mi novia con las de su madre entrelazadas. La otra parte del carrete
eran fotos hechas al lado de casa en una tarde en que el sol brillaba muchísimo. “¡Mira qué luz! ¡Ponte ahí!
¡Estás guapísima!”. Y salí convencida de que le había hecho los mejores retratos hasta la fecha, con la piel
dorada y los ojos brillando sobre un verde intenso. Al revelarlo no salió nada.
A veces hay carretes que engancho mal y no salen. Luego esas fotos que no salieron son las que más
recuerdo, las que más anhelo. Esas imágenes se quedan en mi memoria para siempre, conviviendo en mis
sesos junto a otras ideas. En cambio la mayoría de fotos tangibles suelen acabar archivadas en discos duros o
en fondos de cajones. Como los amores ideales, no pueden librar una batalla justa contra los amores de vida:
el recuerdo permanece inalterable, perfecto, y la vida nunca lo es. Las personas envejecen, dudan, yerran.
Pero también emocionan, transforman, acompañan. Puede ser que lo ideal nos satisfaga de una manera
interesada: nos viene bien.
Hay otras fotos que no espero y que me sorprenden: esas que no recordaba haber hecho y que se erigen
frente a otras como un regalo. Dejé de pensarlas o nunca las pensé. Y esta es mi parte favorita de recoger un
carrete: cuando miro por segunda vez fascinada porque no he idealizado la primera.
Imagino a los taoístas y el tono con el que afrontan sus vidas para no desconectarse de las cosas, para estar
con ellas y no sólo mirarlas. Hay una historia en la que un señor le pregunta a un taoísta si hace algún
esfuerzo para disciplinarse y él le dice que cuando come, come y cuando duerme, duerme. El señor le dice
que eso es lo que hace todo el mundo, pero el filósofo contesta que no, que muchas personas cuando comen
piensan en otras cosas y cuando duermen sueñan otras tantas. Y nosotras, ¿cuando hacemos fotos hacemos
fotos?
Volver a lo inocente, al experimento, hacer un fanzine sencillo por el mero hecho de compartir imágenes y
palabras que nos gustan, era un deseo recurrente, otra idea guardada que no terminaba de encontrar el
momento para salir de la cabeza. En abril de 2020, ocho autoras nos reunimos por Skype y retomamos el
plan.

Laura,
23 de abril de 2020

 

Fotógrafas:
Helena Goñi
Maider Jiménez
Laia Sabaté
Laura C. Vela

Escritoras:
Andrea Abreu López
Carlota Visier
Elisa Victoria
Isaac Ruipérez Cano

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